Si se trata de gastar dinero, Portsmouth es el sitio indicado, no su centro histórico, que ni pisamos, sino el outlet shopping centre.
La mañana ha sido genial, los afortunados profesores han invitado a desayunar a los alumnos madrugadores con el premio cobrado de la apuesta del resultado del partido del Atlético de Madrid, el cual vieron rodeados de furibundos seguidores del Chelsea.
Después, a clase, aprovechando para felicitar a Petra y Karen del St. George's, por su dedicación y su ayuda, ahora que Ángel se dedica a dirigir todo desde la sombra. Y luego a Portsmouth, a gastar, digo a comprar moderadamente.
Eso sí, antes un poco de cultura. Y es que Abraham se ha empollado muy seriamente la lección y ha sido un guía estupendo en el puerto explicándonos la historia de Portsmouth y la de uno de sus barcos más significativos, el HMS Warrior. ¡Y en inglés!
Bueno, Javi ha decidido que dejase de sufrir y nos ha terminado enseñando él el HMS Victory.
No decimos cantidades para no herir la sensibilidad de algún padre.Hasta los profesores han picado, y sus motivos tenían, la tienda de Columbia estaba de liquidación, y toda su ropa a £10, como para no comprar. Aunque sí de picar se trata, nada mejor que una delicia gastronómica made in UK, las patatas fritas con queso fundido.
Al final todo ha ido bien, unos kilos más en la maleta, unas libras menos en el bolsillo. Felicitamos a los chicos porque se han portado bien la mayor parte del tiempo, exceptuando algunos en el tren, que en vez de hablar, tienen que gritar, algo que aquí, en Inglaterra no están acostumbrados. Ya han sido advertidos de que se quedarán sin ir a London sí mañana repiten conducta en el tren de Brighton. Pero bueno, también es verdad que las conversaciones subieron de tono, y no sólo de volumen.
Mañana más y mejor.
Adiós desde Worthing.En dos días estaremos de vuelta.
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